Cristalería San Carlos realiza completamente su producción de forma artesanal utilizando técnicas traídas por sus fundadores Italianos provenientes de Altare (Liguria).
La perfección en todas las piezas fabricadas artesanalmente difiere de las producidas por una máquina.
No importa cuán experimentado o talentoso sea el maestro artesano, es imposible eliminar todas las pequeñas variaciones.
Estas variaciones, sin embargo, le confieren al cristal artesanal su particular encanto y lo hacen tan deseado.
Cada leve variación o pequeña diferencia son la marca del artesano, testimonio de que cada pieza es única e irrepetible.
Pequeñas burbujas del tamaño de la cabeza de un alfiler no son consideradas defectos o fallas, ya que las mismas se producen durante la fundición de las materias
primas y no afectan la calidad de la pieza.
Cuerdas o estrías son visibles solo cuando la luz se refleja en cierta dirección y no pueden ser vistas si la pieza contiene agua u otro líquido.
Estas líneas son el resultado de la diferencia de densidad que se produce durante el proceso de fundición.
Dichas particularidades son el resultado natural de la fabricación artesanal del cristal.